#EscritoresEspañoles
Oh marinero, tú que, cortesano, Al Palacio le fías tus entenas, Al Palacio Real, que de Sirenas Es un segundo mar napolitano, Los remos deja, y una y otra mano
Que pida a un galán Minguilla cinco puntos de jervilla, bien puede ser; mas que calzando diez Menga, quiera que justo le venga,
Velero bosque de árboles poblado, Que visten hojas de inquieto lino; Puente inestable y prolija, que ve… El Occidente haces apartado: Mañana ilustrará tu seno alado
XLI Los rayos le cuenta al Sol Con un peine de marfil La bella Jacinta un día Que por mi dicha la vi
Entre las hojas cinco generosa, Si verde pompa no de un campo de o… Prendas sin pluma a ruiseñor canor… Degolló muda sierpe venenosa; Al culto padre no con voz piadosa,
¡Ya no más, ceguezuelo hermano, ya no más! Baste lo flechado, Amor, más munición no se pierda; afloja al arco la cuerda
Llegué, señora tía, a la Mamora, donde entre nieblas vi la otra mañ… desde el seguro de una partesana, confusa multitud de gente mora. Pluma acudiendo va tremoladora
Mientras Corinto, en lágrimas des… La sangre de su pecho vierte en va… Vende Lice a un decrépito indïano Por cient escudos la mitad del lec… ¿Quién, pues, se maravilla deste h…
Cosas, Celalba mía, he visto extr… Cascarse nubes, desbocarse vientos… Altas torres besar sus fundamentos… Y vomitar la tierra sus entrañas; Duras puentes romper, cual tiernas…
Oh tú, cualquiera que entras, pere… Si mudo admiras, admirado para En esta bien por sus cristales cla… Y clara más por su pincel divino, Tebaida celestial, sacro Aventino…
La desgracia del forzado, Y del corsario la industria, La distancia del lugar Y el favor de la Fortuna, Que por las bocas del viento
Mátanme los celos de aquel andaluz: hágame, si muriere, la mortaja azul. Perdí la esperanza
¡Oh, de alto valor, de virtud rara Sacro esplendor, en toda edad luci… Cuya fama los términos de Oriente Ecos los hace de su trompa clara! Vuestro cayado pastoral, hoy vara,
Cisnes de Guadiana, a sus riberas Llegué, y a vuestra dulce compañía… Cuya suave métrica armonía Desata montes y reduce fieras; No a escuchar vuestras voces lison…
Los montes que el pie se lavan En los cristales del Tajo, Cuando las frentes se miran En los zafiros del cielo, Tiranizados tenía