#EscritoresChilenos
Salto del Laja, viejo tumulto, hervor de las flechas indias, despeño de belfos vivos, majador de tus orillas. Avientas las rocas, rompes
Sol de los Incas, sol de los Maya… maduro sol americano, sol en que mayas y quichés reconocieron y adoraron, y en el que viejos aimaraes
Yo la encontré por mi destino, de pie a mitad de la pradera, gobernadora del que pase, del que le hable y que la vea. Y ella me dijo: “Sube al monte.
País de la ausencia extraño país, más ligero que ángel y seña sutil, color de alga muerta,
Árbol de fiesta, brazos anchos, cascada suelta, frescor vivo a mi espalda despeñados: ¿quién os dijo de pararme y silabear mi nombre?
No tengo sólo un Ángel con ala estremecida: me mecen como al mar mecen las dos orillas el Ángel que da el gozo
La bruma espesa, eterna, para que… me ha arrojado la mar en su ola de… La tierra a la que vine no tiene p… tiene su noche larga que cual madr… El viento hace a mi casa su ronda…
Estoy metida en la noche de estas raíces amargas, ciegas, iguales y en pie que como ciegas, son hermanas. Sueñan, sueñan, hacen el sueño
Duerme, duerme, dueño mío, sin zozobra, sin temor, aunque no se duerma mi alma, aunque no descanse yo. Duerme, duerme y en la noche
Yo he llevado una copa de una isla a otra isla sin desper… Si la vertía, una sed traicionaba; por una gota, el don era caduco; perdida toda, el dueño lloraría.
Una niña que es inválida dijo: —«¿Cómo danzo yo?» Le dijimos que pusiera a danzar su corazón... Luego dijo la quebrada:
Cruz que ninguno mira y que todos… la invisible y la cierta como una… dormimos sobre ti y sobre ti vivim… tus dos brazos nos mecen y tu somb… El amor nos fingió un lecho, pero…
Una en mí maté: yo no la amaba. Era la flor llameando del cactus de montaña; era aridez y fuego;
Mi madre era pequeñita como la menta o la hierba; apenas echaba sombra sobre las cosas, apenas, y la Tierra la quería
Resbalando los pastales y entrando por los viñedos que el Diablo trenza y destrenza desde la cepa al sarmiento, dan al animal y al indio