A Pepín Bello
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El diamante de una estrella Ha rayado el hondo cielo, Pájaro de luz que quiere Escapar del universo Y huye del enorme nido
Yo tenía un hijo que se llamaba J… Yo tenía un hijo. Se perdió por los arcos un viernes… Le vi jugar en las últimas escaler… y echaba un cubito de hojalata en…
La primera vez no te conocí. La segunda, sí. Dime si el aire te lo dice.
Aquel rubio de Albacete vino madre, y me miró ¡no lo puedo mirar yo! Aquel rubio de los trigos hijo de la verde aurora,
Los arqueros oscuros a Sevilla se acercan. Guadalquivir abierto. Anchos sombreros grises, largas capas lentas.
La hoguera pone al campo de la tar… unas astas de ciervo enfurecido. Todo el valle se tiende. Por sus… caracolea el vientecillo. El aire cristaliza bajo el humo.
Cantan los niños En la noche quieta: ¡Arroyo claro, Fuente serena! LOS NIÑOS
Enrique, Emilio, Lorenzo. Estaban los tres helados: Enrique por el mundo de las camas;
El río Guadalquivir va entre naranjos y olivos. Los dos ríos de Granada bajan de la nieve al trigo. ¡Ay, amor
Narciso. Tu olor. Y el fondo del río. Quiero quedarme a tu vera. Flor del amor.
De la cueva salen largos sollozos. (Lo cárdeno sobre lo rojo.) El gitano evoca
Fresquísimas violas. Bandadas de rubores levantados por este don de lágrimas que enlaz… la muchedumbre de las viejecillas con la niña y el niño de mi frente…
Cirio, candil, farol y luciérnaga. La constelación de la saeta. Ventanitas de oro
La aurora de Nueva York tiene cuatro columnas de cieno y un huracán de negras palomas que chapotean las aguas podridas. La aurora de Nueva York gime