¿Qué es esto De pronunciar tu nombre en silenci… De llamarte sin que te encuentres, De buscarte donde no estés, De hacer un hueco de claridad
En los días venideros Cada cual tendrá su sitio; Aquellos que derramaron Su vida por conseguirlos, Y su juventud volcaron
Al verla venir El cielo se abrió; Pregunté su nombre, Me dijo que no, Si donde vivía
... Y entonces se fue yendo, Y se fue yéndosele, se le fue El párpado cayendo, Y se le fue la boca, Y se le fue yendo el habla,
Mis señales: la cáscara arrojada en el naranjal; una baraj… aparecida en la ventana, un cigarr… y al filo del amanecer; el relinch… al borde del maizal; algo que se p…
Ahora es tender la mano Como los ciegos, como quienes cant… Por los pueblos: Abierta para todos la palma. Y es ir echando en ella
Como desde cien años De lluvia, De una respiración embravecida Proveniente de un fondo de vértigo… De un cántaro colorado
Así es ella, me dije; es la alegrí… Remota y honda que de pronto llega A despejar el nudo que se debe Desanudar en la penumbra inquieta. Noche y albor, me dije,
Era un tren con banderas Aquel tren de mi pueblo; un tren h… Como esos trenes hondos que aran l… De la imaginería popular; tren com… Mínimo y desolado por entre cordil…
Soñó con un país Que fuera una corriente De ríos al andar, De jazmines la frente, De granos de maíz
Siempre que alguien me visita (Viniendo de allá), miro sus huell… por si todavía chisporrotean, por… atravesó las fronteras, o la verja… inmovilidad; miro sus ojos
Con un silbido derribaré esa puerta, esa ventana; penetraré en tu corazón con un sil… Viene, lo reconoces, de una ancestral maraña, de un pri…
Por qué no habremos de querer noso… Lo que nunca quisimos; por ejemplo… Sobre el remanso de un río, Con camalotes en sus costados, Con sus ventanas en regocijo.
Usted sabe, señor, Qué alegría colgaba en la floresta… Qué alegría severa Como raigambre sudorosa; Cómo el alegre polvo veraniego
Nada de amorahora, mi amor; nada que no sea escuchar ese aulli… en la noche, el terror increíble de ese aullido. Los perros