Deseo con Refrencias
“Quiero ser el viento que acaricia la superficie de tu océano interior”
—como se menciona en el Tao Te Ching, “El tao que puede ser expresado no es el Tao eterno”.
Anhelo ser “el rayo que ilumina los recovecos más oscuros de tu alma”– tal como se describe en el Bhagavad Gita, “Soy la luz que brilla en todos los seres”.
Busco ser “el árbol frondoso donde anidan los sueños de tu mente”– recordando las palabras del Dhammapada, “La mente es el precursor de todas las cosas”.
Deseo ser “el manantial cristalino que refresca la sed de tu espíritu”– evocando el Evangelio de Juan, “Quien beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed”. Que nuestras almas se fundan “como la cera y la llama, inseparables”– como se expresa en el Corán, “Él es el Primero y el Último, el Visible y el Invisible”.
Que nuestros seres se conviertan en “un solo diamante, brillando en la eternidad”– recordando las palabras del Zohar, “Todo proviene de la unidad y a ella retorna”.
Que nuestra unión sea “el puente que une los reinos de lo material y lo divino”– tal como se menciona en las Upanishads, “Tat tvam asi” (Tú eres eso).
Que nuestra conexión sea “la danza de los astros, el latido del universo”– evocando el Vedanta, “Brahman es uno, sin segundo”. Que juntos escalemos “las cimas más altas del amor y la espiritualidad”– recordando las palabras de San Juan de la Cruz, “Donde no hay amor, pon amor, y encontrarás amor”.
