Cerca para Amar, lejos para Abrazar.
En el eco suave de un suspiro,
donde las almas suelen encontrarse,
hay un rincón donde conspiro,
para en tus sueños abrazarme.
Cerca, lo suficiente para amar,
en la sinfonía de miradas,
pero lejos, demasiado para tocar,
nuestros cuerpos en las madrugadas.
Tus palabras, brisas matutinas,
acarician mi alma sin cesar,
y aunque la distancia nos destina,
sigo tu rastro sin parar.
Son tus ojos, faros en la noche,
mi consuelo y mi paz,
pero la ausencia en sus reproches,
me recuerda lo que no puedo abrazar.
Cerca, lo suficiente para amar,
en un universo de emociones,
pero lejos, en un mundo sin azar,
se quedan vacías nuestras canciones.
En el aire flota tu risa,
como un perfume de eternidad,
y aunque la distancia se eriza,
siento tu amor en la oscuridad.
En este espacio intermedio,
donde el amor se vuelve un arte,
vivo entre el anhelo y el remedio,
de no poder nunca abrazarte.
Cerca, lo suficiente para amar,
sin cadenas que nos limiten,
pero lejos, demasiado para hallar,
el calor de tus brazos que me inviten.
Hoy, navegamos en la corriente,
de un amor obligado a esperar,
cerca, lo suficiente para ser valiente,
pero lejos, demasiado para abrazar.
