Poesía japonesa
Abrázame fuerte desde lejos, no dejes que la distancia apague en ti mí existencia. Bésame en la noche hazme el amor
SON DOS Son dos mujeres la seda se desliza ¿se puede querer más? Tanto que duele
Debes aprender en la noche eterna, a recordar las palabras del amor que dijiste que me tenías. No dejes que la oscuridad te lleve y sea tu dueña,
Nostalgia de la vida nace de las flores de la muerte, asfixia de los sentimientos entre pulmones muertos. Entre el límite de la vida
Barcas varadas en la orilla del mar. Es primavera. óleo por Ramón Pujo Sierra Nevada
Tiene la novia deliciosa sonrisa. Otoño cálido. Posee el sari estilo bengalí.
Hilo MI corazón al tuyo con hilos de plata mi piel a tu piel con hilos de pasión deseo y delirio
Voy a ponerte caliente sé que tengo ese poder sobre ti escúchame cuando te digo que tienes suerte de tenerme, mi madre me dijo que Dios me ha he…
Y el amor nos llegó a los dos. ilusión de tenernos, de querer descubrirnos. Palpar nuestros cuerpos, arder entre besos y sentirnos.
Sangran mis entrañas entre rosas negras, lágrimas de sangre como amapolas carmesí puñal de plata en el corazón,
Mis muslos se estremecen, notan tu ausencia los entrecruzo, intento engañarlos con el roce de mi propia piel.
Tengo la intuición de que el cielo no es para los dos tengo sueños y en ellos no estás, mis besos no son pa ti nunca contigo me comprometí,
Sobre el fondo de mi mente Dios me dibuja un camino por donde el miedo, la ansiedad se van yendo, ya no te temo y me voy sin ti.
Bello el naranja de las hojas caídas; Mujer de otoño.
¡Allí estaba el ataúd! Tenía que verme, saber que de verdad era yo. Me acerqué lentamente y, casi muero, si es que no estaba muerta ya, ¿Qué me han hecho? ¡Esa no era yo! Era una muñeca...