EL PIRATA
Miro a los pescadores
sacan el pescado de las barcazas
la aurora camina por el cielo
el aroma a salitre, sal y pescado
me hace sentir feliz.
Me van saludando
me regalan algún pescado
están morenos con la piel algo cuarteada
sus manos con callos
fuertes y acostumbradas al trabajo duro.
Adoraba las barcazas
cuando el sol daba fuerte
me metía debajo de una de ellas
me refugiaba en su sombra
mientras niños tiraban arena con sus pelotas.
La mar, adorada, amada tanto por mí
allí quiero morir y mis cenizas echadas
arremolinándose con las olas
mi alma se desboca al oír las olas
en mi caracola de nácar.
En la noche antes de salir
“El Pirata” se acercaba a la orilla
nos saludaba y yo me sentía en casa
nos contaba historias de marineros
nos hablaba de las estrellas.
Le decíamos “el pirata” porque era
un hombre guapísimo, con barba negra
fuerte, alto y una forma de andar que te quedabas muerta
él me regalaba mucho pescado en la amanecida
nostalgia que me sale por el corazón
al pensar en aquellos veranos.
Las barcazas se iban por la mar mansa
cantaban al son de la brisa
letras de amor y placer.
Hoy, después de tanto tiempo
aún los oigo y sonrío.
