Loading...

DEPRESIÓN

Esa pena me cubre el cuerpo. Espesa, viscosa y negra como el petróleo. Y la quiero quitar. Porque quiero reír de verdad y no que un intento de sonrisa se quede en una mueca.
Puede que en esa pena haya mucha nostalgia, como en el poema de Lorca, recuerdo tiempos mejores que ya se fueron. Recuerdos de personas que ya no están. Ni estarán.
Tal vez también pensamientos sobre las oportunidades perdidas. Quizá ante todo lo que luché y reivindiqué y no sirvió para nada, sintiendo la misma impotencia que Casandra a la que nadie hacía caso cuando presagiaba las desgracias, buceando en la desesperanza día tras día.
Mentiras cautivas que sonrientes dicen de mí, lenguas viperinas me rodean la vida y nunca me han dejado tener felicidad, el drama de mis doce años, nunca resuelto, traumas que no me han abandonado,
enfermedad sin cura. Y así pasó el tiempo sin darme cuenta y aquí estoy, con la muerte en la cabecera de la cama.
Y nadie que me acompañe.

ATT. Mi alma vacía.

Other works by Dori Gômez...



Top