#1923 #EscritoresArgentinos #FervorDeBuenosAires
La primera metáfora es el río. Las grandes aguas. El cristal viv… Que guarda esas queridas maravilla… Que fueron del Islam y que son tu… Y mías hoy. El todopoderoso
De un hombre que ha cumplido los setenta años que nos aconseja David poco podemos esperar, salvo el manejo consabido de unas destrezas, una que otra ligera variación y hartas repe...
Carl Sandburg—acaso el primer poeta de Norteamérica y sin duda el más norteamericano—nació en Galesburg, estado de Illinois, el 6 de enero de 1878. Su padre era un herrero sueco, August...
Le fue dada la música invisible que es don del tiempo y que en el… le fue dada la trágica belleza, le fue dado el amor, cosa terrible… Le fue dado saber que entre las be…
Me crucifican y yo debo ser la cru… Me tienden la copa y yo debo ser l… Me engañan y yo debo ser la mentir… Me incendian y yo debo ser el infi… Debo alabar y agradecer cada insta…
Sean O’Casey, en la actualidad el… En Bombay se organizó un concurso… En París acaba de celebrarse una…
Cuarenta naipes han desplazado a l… Pintados talismanes de cartón nos hacen olvidar nuestros destino… y una creación risueña va poblando el tiempo robado
Encorvados los hombros, abrumado por su testa de toro, el vacilante Minotauro se arrastra por su erran… laberinto. La espada lo ha alcanza… y lo alcanza otra vez, Quien le di…
Posiblemente, la ceguera no sea del todo una maldición. Por lo pronto, el tiempo fluye de una manera más fácil. Una persona que tiene vista siempre tiene que estar haciendo algo, leyend...
Ahí están los jardines, los templo… la recta música y las rectas palab… los sesenta y cuatro hexagramas, los ritos que son la única sabidur… que otorga el Firmamento a los hom…
El catorce de enero de 1922, Emma Zunz, al volver de la fábrica de tejidos Tarbuch y Loewenthal, halló en el fondo del zaguán una carta, fechada en el Brasil, por la que supo que su pad...
Cada sábado los amigos ocupaban la misma mesa lateral en el Café del Globo, a la manera de los pobres decentes que saben que no pueden mostrar su casa o que rehúyen su ámbito. Eran todo...
Vi en el reloj de la pequeña estación que eran las once de la noche pasadas. Fui caminando hasta el hotel. Sentí, como otras veces, la resignación y el alivio que nos infunden los lugar...
Defiéndeme, Señor. (El vocativo no implica a Nadie. Es sólo una p… de este ejercicio que el desgano l… y que en la tarde del temor escrib… Defiéndeme de mí. Ya lo dijeron
Si las amplias catástrofes militares que vaticina Aldous Leonard Huxley no derogan el hábito o la tarea de escribir libros, los hombres del cercano porvenir escribirán, sin duda, la hi...