#EscritoresVenezolanos
Subiendo hacia San Félix, donde e… donde el río enseña, bien cerrados… los dos puños de Piar exprimiendo… subiendo hacia San Félix vimos el… que hacía el arco indio sobre su c…
Río de las Siete Estrellas, camino del Libertador, sangre del Corazón de América, ¡aorta que no sale del corazón! Río delgado de las fuentes
Y ahora, vuelvo los ojos hacia la síntesis del Canto, hacia la barca del Pretérito, de parda vela y el bauprés sangrad… tu propia barca, donde tú venías,
Madre: esta noche se nos muere un… En esta ciudad grande, todos están… zambombas, serenatas, gritos, ¡ah,… claro, como todos tienen su madre… ¡Yo estoy tan solo, madre,
Me muero por preguntarte si es igual o es diferente querer y amar, y si es cierto que yo te amo y tú me quieres. —Amar y querer se igualan
La cola en el árbol, la boca en el… es todo un cauce: entra al Orinoco la cascada viva, el tributario de carne.
En Angostura, el río se hace delgado y profundo como un… tiene la intensidad de una idea que le pone la arruga a la Piedra… En Angostura, el agua
Una Pumé, la Hija de un Cacique… fue conmigo una noche, por las tie… verdes, que hacen un río de verdur… entre el azul del Arauca y el azul… Entre los gamelotes
La prueba, oh mi fuerte Orinoco, te filtró to… Tú mismo, desordenado, pródigo,
Ciudadano venezolano, Casiquiare es la mano abierta del… y el Orinoco es el alma de Venezu… que le da al que no pide el agua q… y al que venga a pedirle, el agua…
¡Oh, blancura imposible de la Ama… ¡Por todos mis desvelos cruza, com… como un jirón de invierno, su carn… inverosímilmente blanca! ¡Oh, blancura imposible,
¿Es una nube? ¿Es un punto vacío en el azul...? No. amigo mío, en un bando de garzas... Son las n…
La Parima es el sueño faraónico y la piedra de Moisés, el panal negro de la Hermana, que el Hermano Francisco no vino… Catedral del misterio, Sierra del…
Tránsito de un retrato de novia Hoy no ha podido el techo quítame el sol, como todos los día… hoy no ha podido el techo quítame las estrellas, como todas…
No son para la Lira manos que odi… ¡para cantarte me he pulsado el al… Con un temblor de novia que se ini… con un azoramiento de novicia, el candor de las páginas, rebaño d…