(1965)
#EscritoresArgentinos Los De las noches tgrabajos y
Este temporal a destiempo, estas r… de mis ojos, esta pequeña historia… se cierra como un abanico que abie… bella alucinada: la más desnuda de… silencio musical de los abrazos.
Yo no sé de la infancia más que un miedo luminoso y una mano que me arrastra a mi otra orilla. Mi infancia y su perfume
Como un golfo de soles este espacio hermético y transparente: una esfera de cristal con el sol adentro; con un cuerpo dorado (un ausente, querido tú) con una cabeza donde brillan los oj...
Había un hombre que vivía junto a un cementerio y nadie preguntaba por qué. ¿Y por qué alguien habría de preguntar algo? Yo no vivo junto a un cementerio y nadie me pregunta por qué. Al...
Señor La jaula se ha vuelto pájaro y se ha volado y mi corazón está loco porque aúlla a la muerte
ante la lúgubre manía de vivir esta recóndita humorada de vivir te arrastra Alejandra no lo niegue… hoy te miraste en el espejo y te fuiste triste estabas sola
en nastalgique je vagabandais par l’infini. C.de G La mano de la enamorada del viento acaricia la cara del ausente.
En la mano crispada de un muerto, en la memoria de un loco, en la tristeza de un niño, en la mano que busca el vaso, en el vaso inalcanzable,
Sólo la sed el silencio ningún encuentro cuídate de mí amor mío cuídate de la silenciosa en el des…
Desnudo soñado una noche solar. He yacido días animales. El viento y la lluvia me borraron como a un fuego, como a un poema escrito en un muro.
una flor no lejos de la noche mi cuerpo mudo se abre a la delicada urgencia del rocío
Ante todo una mancha roja, de un rojo débil pero no sombrío y ni siquiera opaco. La mancha configura un sombrero colorado que se inserta en el color arena húmeda del suelo compuesto por...
En la noche a tu lado las palabras son claves, son llave… el deseo de morir es rey. Que tu cuerpo sea siempre un amado espacio de revelaciones.
Concierto de música religiosa del siglo xviii en el salón de actos del Colegio Felipe ii en El Escorial. Al sentarme me acometió una crisis de idiotismo retórico. Debo escuchar atentame...
Llamé, llamé como la náufraga dich… a las olas verdugas que conocen el verdadero nombre de la muerte. He llamado al viento,